Adrián Fernández / Madrid 

Sólo un 9% de las personas que trabajan en el mundo de la hostelería lo hacen por vocación. Son datos que compartimos del estudio de Eurofirms Group hace unas semanas y que señalan una problemática evidente: la dificultad de los gestores de restaurantes por encontrar profesionales comprometidos que quieran trabajar en este sector. 

Esto ha provocado una importante huida de los empleados a otros sectores con condiciones más favorables y que permiten una mayor conciliación laboral y familiar. El movimiento conocido como ‘La Gran Renuncia’ es una triste realidad que también afecta a este sector. 

¿Qué se puede hacer para revertir esta situación y conseguir que las personas que trabajen en un negocio gastronómico decidan quedarse? Ante tal dificultad, es importante poner en marcha distintas acciones que permitan que la gente con la que trabajemos se quede y decida apostar por esta empresa, como por ejemplo: 

1 – Ofertas de trabajo coherentes, completas y reales 

Antes de lanzar una oferta de trabajo es importante dedicarle unos minutos a reflexionar acerca del puesto que se busca. La redacción de la oferta existente debe ser real, clara, directa y aportando toda la información necesaria. 

Además, pocas son las personas que trabajan por amor al arte, intenta ofrecer una recompensa económica acorde al puesto ofertado. Y ya no sólo hablamos del salario, también de incentivos que ayuden al trabajador a que se quede con condiciones atractivas. 

2 – Apuesta por planes de formación 

La formación es vital sí queremos que el trabajador se quede. Conseguir profesionalizar el sector y ponerlo en valor es uno de los grandes reclamos de la hostelería. Algo que requiere de la puesta en marcha de planes de formación continuados donde se aprenda realmente el oficio a desempeñar. 

3 – Reconocer el talento y premiarlo 

No hay que olvidarse de mostrar muestras de agradecimiento y reconocimiento con nuestros trabajadores. En este sentido, es importante mostrar una actitud positiva, reconocer el trabajo bien hecho e incentivarlo constantemente. Todo ello con el objetivo de que el equipo tenga la moral lo más alta posible. 

Lectura recomendada: ¿Cómo terminar con la gran fuga de trabajadores en hostelería? 

4 – ¿Dónde está el trabajador? 

Para el correcto desempeño del trabajo hay que saber situar al empleado dentro del organigrama de la empresa. Esto supondrá evitar malentendidos con los empleados o sobrecargas de trabajo insoportables. 

5 – El salario emocional también cuenta

Más allá del sueldo que se le pague al trabajador, hay otros aspectos a tener en cuenta. Por ejemplo, la conciliación laboral con la familiar, los incentivos por el trabajo bien realizado o un ambiente laboral abierto y cómodo son factores a tener en cuenta.  Al final, hay otro tipo de detalles que, con un coste mínimo, pueden suponer que el trabajador se sienta parte de la empresa, esté contento y, lo más importante, que sea feliz.