El reto de cocinar bien las emociones

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El segundo Think Tank del año celebrado por Barra de Ideas y Gallina Blanca Food Service puso de relieve, el pasado día 30 de septiembre, algunas de las estrategias más efectivas para garantizar el bienestar de las plantillas en restauración.

Los asistentes, entre quienes se encontraban algunas de las personas expertas en wellbeing más importantes del sector, llegaron a varias conclusiones que deberían marcar el rumbo de las empresas hosteleras de ahora en adelante. Te las contamos.

El bienestar, el superalimento de la nueva hostelería

¿Por qué hablar de bienestar en un encuentro como este? Porque el último HR Show celebrado por BDI dejó patente una realidad: la crisis de talento que sufre el sector se debe a una gran desafección por parte de los y las profesionales. 

Es decir, estas personas aman su trabajo, pero detestan las condiciones laborales a las que se han visto abocados: jornadas maratonianas que les impiden conciliar, falta de empatía y apoyo emocional, escasa contribución a una atmósfera que despierte el sentido de pertenencia y un largo etcétera que se ha agravado en los últimos años.

De hecho, el employer branding del sector arrastra una muy baja reputación, tanto que se ha convertido en un problema estructural a la hora de encontrar personal cualificado y comprometido. 

Ante dicho reto, que no es sencillo, existen estrategias de bienestar centradas en la mejora de la salud física, emocional, financiera y social de los empleados. Gastroadictos, una de las cadenas de restauración más premiadas por sus buenas praxis en bienestar y conciliación en restauración las conocen bien. Con uno de sus fundadores, Néstor Vaccaro, hemos conversado en este evento que nos deja las siguientes claves para un sector que arrastra ya de por sí unas condiciones laborales intensas. También intervinieron: Eugen Badurina, de Gallina Blanca Food Service; Fernando Lallana, de Heineken España; Antonio Díaz Ruiz, de AESPLA; Antonio Vega, de Alsea; Joserra Calvo, de Ixogrupò.

Claves para incrementar el salario emocional

  • No se puede fallar en el diseño de estrategias orientadas al bienestar, porque la empresa estaría abocada a una crisis de credibilidad por parte de la plantilla y la inversión realizada hasta el momento sería fallida.

 

  • Si no damos las mejores condiciones en el trabajo para que los profesionales den lo mejor de sí mismos, no podremos exigir un aumento de productividad o calidad en el servicio, especialmente si la persona atraviesa un momento vital difícil en el que necesita apoyo por parte de la empresa.

 

  • Muchas veces no es cuestión de dinero, sino de cambiar metodologías, lo cual no conlleva mucha inversión económica. Y hay que medir, adoptar KPI como la rotación de personal, el absentismo…, para validar las estrategias adoptadas en bienestar. Y, sobre todo, conocer el coste de no hacer nada.

 

  • El bienestar emocional y físico como un elemento holístico de la organización no debe verse como un lujo, sino como algo básico e inherente a la actividad. Ahí debe estar la transición.

 

  • Hay que adoptar una nueva cultura, inexistente por ahora, que consiste en comprobar si el perfil seleccionado tiene encaje en las competencias psicoemocionales que se van a demandar en el puesto de trabajo. Es decir, evitar la rotación desde el mismo proceso de selección de personal.

Incluir todos los beneficios y ventajas de la cultura de cuidados que ofrece una empresa de hostelería en la propia oferta de trabajo, para visibilizar ese esfuerzo y esa ventaja comparativa, especialmente los beneficios financieros, como los basados en conceptos de retribución flexible.

think tank bienestar

  • Se deben fomentar hábitos de vida más saludables desde la empresa, a través de acuerdos con empresas que trabajen aspectos sociosanitarios, físicos, psicológicos, etc., para mejorar la vida de la plantilla a todos los niveles, dentro y fuera del trabajo.

 

  • El rol del manager es fundamental para transmitir esa cultura del cuidado. De hecho, debe estar formado para ello e interiorizar dicha cultura para predicar con el ejemplo. Las capacidades soft son fundamentales.

 

  • Crear una marca empleadora eficaz, basada en datos que convenzan no solo a los profesionales, sino a empresas financieras de que tu estrategia es rentable. De esa forma, lograrás el apoyo económico necesario para poner en marcha soluciones más ambiciosas.
  • Claridad en las tareas y objetivos desde la fase de onboarding, para que esos profesionales no se sientan frustrados ni utilizados para ciertos desempeños que consideran ajenos al rol propuesto. En el día a día, optimizar las tareas para reducir las cargas de trabajo, mejorar los procesos o emplear productos de cuarta y quinta gama, pueden ser la clave para mejorar el bienestar.

 

  • Crear un valor de empresa, una cultura de marca que permee en la plantilla. ¿Cómo? Mediante un flujo de comunicación constante, transparente, clara y honesta, y la formación que facilite el día a día, que genere engagement.

 

  • No hay que dar un catálogo de acciones sin más, hay que analizar qué quiere la plantilla, ¿un plan de carrera a largo plazo?, ¿formación específica en tareas concretas? Y crear una estrategia adaptada, que conecte con el equipo.

 La conciliación laboral es un factor importante. La gente no quiere estar todo el día trabajando. Hay que implementar soluciones que favorezcan el equilibrio de la vida profesional, familiar y personal. La formación continua y la tecnología favorecen dicha conciliación y, además, incrementan la motivación de la plantilla, pues se trata de dos de los factores más demandados por los equipos de trabajo.

 

Los asistentes al primer Think Tank de BDI del nuevo curso

A la cita acudieron: Ricardo Clavel y Eugen Badurina, de Gallina Blanca Food Service; Fernando Lallana, de Heineken España; Antonio Díaz Ruiz, de AESPLA; Antonio Vega, de Alsea; Joserra Calvo, de Ixogrupò; Nestor Vaccaro, de Gastroadictos; Alberto Ojeda, de Musgrave España, Lucas Rodríguez de la Rúa, de Galería Canalejas; Kamal Barhih, de Grupo Laraiva; Irene Sabaté, de Grosso Napoletano; Toñi Espada, de La Ferretería, y Federica Marzioni, de Fundación Tomillo.

 El evento ha contado con el impulso de Gallina Blanca FoodService y tuvo lugar en La Ferretería (Calle Atocha, 57 de Madrid).

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