Las 12 claves para dar la campanada en 2025
La tradición de tomar doce uvas el 31 de diciembre en España se remonta a comienzos del siglo XX. En la Nochevieja de 1909, esta costumbre comenzó a popularizarse cuando un excedente de uvas llevó a los viticultores a promover su consumo como símbolo de buena suerte y prosperidad. Asi, cada una de las doce uvas representa un mes del año, y se cree que comerlas al ritmo de las doce campanadas de medianoche traerá buena fortuna para el año entrante.
Desde Barra de Ideas también te deseamos un próspero 2025 y, para ello, hemos recopilado las 12 claves para incrementar el salario emocional en la gestión de un negocio de restauración. Sin duda, un factor esencial para un modelo gastronómico rentable, eficiente y con un equipo comprometido.
Las 12 claves para incrementar el salario emocional
- Una estrategia honesta orientada al bienestar. Sin ella, la empresa está abocada a una crisis de credibilidad por parte de la plantilla. Y la inversión realizada hasta el momento será fallida.
- La empatía ha de pivotar sobre cada estrategia, cada acción. El acompañamiento y la comprensión son especialmente necesarios cuando la persona atraviesa un momento vital difícil, en el que necesita apoyo por parte de la empresa.
- A veces no es cuestión de dinero. La clave reside, en muchas ocasiones, en crear una nueva cultura de empresa y cambiar metodologías; esto no conlleva mucha inversión económica, pero sí un esfuerzo extra en organización, comunicación y diseño de un propósito.
- Hay que medir. Adoptar KPI como la rotación de personal, el absentismo…, para validar las estrategias adoptadas en bienestar. Y, sobre todo, determinar el coste de no hacer nada.
- Apostar por perfiles afines. Personas que encajen en las competencias psicoemocionales que se van a demandar en el puesto de trabajo. Así se evitará la rotación desde el mismo proceso de selección de personal.
- Visibilizar la cultura de los cuidados en la oferta de trabajo. Incluir todas las ventajas y beneficios que ofrece la empresa para visibilizar ese esfuerzo y convertirlo en un factor diferenciador y de competitividad,
- Apostar por los beneficios financieros. Aquellos basados en el concepto de retribución flexible, que no aumentan los costes salariales pero sí la capacidad adquisitiva de las plantillas.
- Formación en hábitos de vida saludables desde la empresa. A través de partners que trabajen aspectos sociosanitarios, físicos, psicológicos, etc., para mejorar la vida de la plantilla a todos los niveles, dentro y fuera del trabajo.
- Sensibilizar a los roles de liderazgo. El rol del manager es fundamental para transmitir esa cultura del cuidado de arriba hacia abajo. De hecho, debe estar formado para ello e interiorizar dicha cultura para predicar con el ejemplo.
- La claridad en las tareas y objetivos desde la fase de onboarding. Se trata de combatir la frustración que puede aparecer en los primeros días si los profesionales contratados consideran las tareas están muy lejos de las propuestas durante la entrevista de trabajo.
- En la personalización reside el éxito. Hay que analizar qué quiere la plantilla, ¿un plan de carrera a largo plazo?, ¿formación específica? Y crear una estrategia adaptada, que conecte con el equipo. A veces, la optimización de tareas para reducir las cargas de trabajo, la mejora de los procesos o emplear productos de cuarta y quinta gama pueden ser la clave para mejorar el bienestar.
- El apoyo de la tecnología. La conciliación laboral es un factor importante. Es necesario implementar soluciones que favorezcan este equilibrio. Su uso, además, incrementa la motivación de la plantilla, es un factor demandado.