‘Nuestra profesión pertenece a la cultura del detalle’: Mariano Castellanos,Presidente de honor de AMYCE

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Mariano Castellanos trabaja de camarero desde los 13 años, ha sido presidente de la Asociación de Maîtres y Camareros de España durante años, y actualmente ostenta la presidencia de honor.

Durante la entrevista con BdI, destaca la importancia de apoyar la formación y resaltar la profesión del camarero. Siente que la profesión está desprestigiada por la falta de profesionalidad, un camarero es mucho más que la persona que te pone un refresco, el camarero tiene que saber de Psicología y de servicio. Ya que “tenemos que saber ponernos en la piel del cliente y atender como nos gustaría que nos atendieran a nosotros. Hay que atender con las manos libres y ofrecer al cliente como con el cariño con el que atenderías a si atendieras a un amigo”.

Cree que el camarero no nace necesariamente, si no que se hace. Ve necesario pasar por una escuela de hostelería ya que ahora no se tiene tiempo de enseñar en el trabajo, “antes si se necesitaban 8 camareros se tenían 10, mientras que ahora si se necesitan 8 camareros se tienen 6, por lo tanto no hay tiempo para enseñar a los que empiezan”.

Sin embargo algunas personas consideran el servicio como un valor añadido, no tanto como algo fundamental. Mariano piensa que actualmente se le da sólo importancia al cocinero, pero movido por una envidia sana, analiza el sector y concluye que “la mayoría de los que han llegado no son cocineros si no que son  propietarios que hacen un marketing para su empresa. Hace años los camareros éramos la imagen del restaurante, ya que nosotros somos los que recibimos al cliente, quien lo atiende, quien le vende y quien le recomienda lo que debe comer. No sirve de nada hacer una obra de arte si el cliente no sabe lo que está comiendo”.

Los cocineros también son críticos con los camareros afirmando que el sector del servicio en restauración se ha quedado estancado y no ha evolucionado. A lo que Castellanos contesta que “el servicio debería seguir siendo lo que ha sido siempre, buen servicio y captación del cliente, atender y escuchar con Psicología, esto no debe perderse ni cambiar”.

El camarero no ha tenido la suerte de ir a la universidad, ni ha hecho un máster pero tiene unos conocimientos que le transmiten los clientes y que le permite obtener ese conocimiento  como si hubiera ido”.

Anima  sus compañeros de profesión a no avergonzarse de su profesión, ya que para él es un trabajo que pertenece la cultura del detalle.

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