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C. Estévez | Barcelona

En la actualidad crece el número de comensales que buscan restaurantes que se ajusten a su particular dieta. Potenciales clientes que quieren degustar también fuera de casa una alimentación diferente ya sea por razones de salud, por un compromiso con la especie animal, por querer seguir un estilo de vida determinado… En definitiva, interesantes nichos de mercado que pueden convertirse en un exitoso modelo de negocio. Si decides especializarte en un tipo de alimentación determinada deberás ofrecer un concepto claro, medir bien la rentabilidad de cada uno de los platos, realizar una campaña de marketing de acorde con el estilo de vida de relacionado con ese tipo de gastronomía…  Importante también es escoger una buena localización, aléjate de restaurantes que tengan la misma especialidad, y difunde tu propuesta en portales y guías especializadas. Al tratarse de una cocina muy específica es posible que puedas manejar precios con buenos márgenes de beneficio, ya que se trata de clientes que están dispuestos a pagar más si la calidad y oferta se ajusta a sus necesidades. Otro buen consejo es convertirte en proveedor de los productos que son la base de tu carta, incluyendo una pequeña zona de venta de productos dentro de tu restaurante.

¿En qué dieta podría especializarme?

–Restaurante crudívoro: los crudívoros son aquellas personas que solo comen alimentos que no han sido cocinados. Pueden ser (o no) también vegetarianos.

–Restaurante flexitariano: un restaurante cuya base sea una carta de platos vegetarianos pero que también podría  incluir propuestas de alimentos de origen animal.

–Restaurante frutariano o frugívoro: dedicados a aquellos que solo comen fruta en su dieta.

–Restaurante pescovegetariano: en el que se consumen platos de pescado y de vegetales.

–Restaurante vegano: los veganos evitan la carne y cualquier alimento que tenga que ver con el mundo animal, incluidos los huevos, la leche, los productos lácteos…

–Restaurante vegetariano: los más populares en nuestro país. Ofrecen platos que no incluyen ningún tipo de carne ni pescado.