“Trabaja con honestidad y no caigas en la monotonía”

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C. Estévez | Barcelona

Evolutiva y moderna, pero sin olvidar la base murciana. Cabaña Buenavista es uno de esos restaurantes donde la gastronomía forma parte de una experiencia global difícil de olvidar. Al mando de su gestión y fogones está el prestigioso cocinero Pablo González-Conejero. Nacido en Murcia, el chef comenzó su trayectoria en el restaurante Flanigan de Palma de Mallorca de la mano de Javier Morales, su primer y principal conductor en el complejo mundo de la gastronomía, quien le introdujo en el diseño de los platos, desarrollo y organización de todos elementos de la cocina. Tras su paso por el restaurante Cuatro Estaciones de Madrid, regresa a Palma para, pocos meses después, trasladarse al restaurante Arzak de San Sebastián. Fue un año después cuando Pablo González-Conejero decide regresar a Murcia, donde comienza su responsabilidad en el restaurante Gran Taberna. Es allí donde comienza a fijar su personalidad propia en todos los ámbitos de la cocina, una experiencia que traslada años después al Restaurante del Hotel NH. Tras tres años, se embarca en la aventura de la Finca Buenavista, que daría paso, en el año 2004, a la apertura del restaurante La Cabaña, hoy Cabaña Buenavista.

Con una capacidad de sala de apenas 25 comensales, el local sorprende a primera vista por su exuberante estilo, una cabaña de estilo africano, con cerramiento acristalado y vistas a jardines y grandes espacios. Un original concepto cuidado al máximo que se traslada también a su carta con platos que van desde las elaboraciones más sofisticadas y sorprendentes como las verduras en escabeche con bogavante y crema de mejillones, el carpaccio de toro con ternera ahumada… a los guisos tradicionales, a los que se rinde un especial homenaje a través de unas exquisitas lentejas o un consistente potaje. En palabras del alma máter de Cabaña Buenavista, el restaurante “ofrece una gastronomía, fresca, divertida, rica que intenta sorprender, intenta divertir e intenta hacer las cosas desde nuestra filosofía de trabajo que se basa en la creatividad y capacidad de sorprender

Reconocido con una Estrella Michelin, Pablo González-Conejero nos cuenta que recibir esta distinción “fue un orgullo, un reconocimiento, un acicate para continuar. Nos hace sentirnos muy orgullosos pero con una mayor responsabilidad.”

“El restaurante es un todo, no sólo la cocina o la sala”

Cuando preguntamos al chef acerca de los detalles de su carta, nos comenta que “hacemos una serie de 60 platos al año. Es una carta con muchísima rotación ya que tenemos clientes muy habituales. Y lo que pretendemos es que cuando vengan a nuestra casa se sigan sorprendiendo.” Respecto al tipo de clientela que acude regularmente al restaurante Pablo Gonzalez-Conejero destaca que es muy heterogéneo “familia, amigos, parejas que te eligen para fechas especiales, aniversarios, pedidas de mano, cumpleaños. También cuando viene alguien de fuera y le quieren sorprender pues nos eligen. Por otro lado tenemos muchos extranjeros que vienen de vacaciones a la costa y aprovechan para conocernos.

Uno de los aspectos más cuidados junto a la gastronomía es el buen servicio al cliente, el chef nos explica que “para nosotros el restaurante es un todo, no sólo la cocina o la sala. Desde que entras con tu coche por el camino franqueado de palmeras y llegas al parking, ves que hay un equipo humano que trabaja por y para el cliente, jardineros, limpiadoras, gente de sala que te recibe y te acompaña a la mesa. Todo el equipo es importante y cuida con esmero el servicio al cliente desde el primer momento.”

A pesar de que el boca a boca es, sin duda, la mejor herramienta de promoción de su esmerada cocina, este establecimiento también hace uso de las redes sociales para estar más cerca de sus clientes y proveedores. De hecho, hace unos días estrenaron nueva web. http://www.restaurantelacabaña.es/, además de hacer visible su día a día en Facebook, Twitter y You Tube.

Cuando por último pedimos a Pablo González-Conejero un buen consejo para aquellos propietarios afectados especialmente por la crisis, el cocinero murciano nos advierte que aunque “es difícil dar consejos porque cada casa es un mundo, no hay que perder la ilusión por tu trabajo.  Hay que entrar a trabajar cada día como si fuera el primer día. Trabajar con honestidad y no caer en la monotonía; pensar que el cliente te elige para un día especial y tienes esa responsabilidad de dar lo mejor de ti. Ilusionarte por lo que haces y ser creativo.

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