La historia de In Galera: el primer restaurante en una cárcel

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Redacción | Madrid | 13 de abril de 2016

Puestos a imaginar restaurantes en lugares extraños, el de Milán no se queda atrás. En concreto, In Galera se encuentra en el interior de la prisión de Bollate, en la periferia de la ciudad. Cuatro reclusos ofician de camareros y otros cinco preparan los platos en la cocina, todos a las órdenes del chef y el jefe de sala, profesionales externos.

Nos podemos hablar de un concepto hostelero, sino más bien de una escuela o de un experimento social. Por primera vez, una cárcel abre sus puertas para una actividad económica como es un restaurante con el objetivo de favorecer la reinserción de los reclusos y eliminar los estigmas de la vida en la cárcel.

La repercusión del restaurante desde su apertura el mes de octubre de 2015 está siendo espectacular por sus precios, la originalidad de la propuesta y los productos provenientes en su mayoría de la huerta de la propia prisión. Prueba de que el proyecto está funcionando, al menos de puertas para fuera de la cárcel es que de los más de 6.000 restaurantes de Milán identificados en TripAdvisor ya está en el puesto 88 de la lista.

El restaurante está decorado con un estilo minimalista, aunque con algunos detalles relacionados con el cine y las cárceles: carteles de La fuga de Alcatraz o La Milla Verde y manteles con imágenes de las prisiones más legendarias.

En el siguiente reportaje de fanpage.it se desplazan hasta el restaurante donde explican (en italiano) cuál es su método de trabajo y las ventajas que tiene para los reclusos y para la sociedad en general.

“La idea es darle a los reclusos un recurso formativo para que dispongan de un curiculum vitae fuerte para la futura reinserción social de los presos”, explica Silvia Polleri, presidenta de la Cooperativa Social ABC, la organización que se encarga de gestionar el restaurante.

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