¿Por qué cierran los bares y restaurantes?

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En la línea de reflexión permanente del sector de mi empresa Casa Alfonso, hoy siento la necesidad de manifestar mi opinión de ¿por qué cierran o fracasan en Barcelona cada día, 4 bares y/o restaurantes?

Creo que la actual necesidad de generar alternativas al actual nivel de desempleo motiva que se crea que abrir un bar o restaurante es una solución fácil, y que es una tabla de salvación. Y es un gran error,  porque la gestión de los mismos no olvidemos que es crear y gestionar una empresa y para ello debemos ser conscientes de que no es un negocio sencillo, que lo difícil no es llenarlo los sábados y domingos, sino el resto de días.

Por mi experiencia en administrar mi restaurante, creo que se comenten una serie de errores de base como:

1-. No entender la gestión de un bar o restaurante como una empresa, y caer en el error de no formarse en los conceptos básicos de gestión de empresa.

2-. Falta de experiencia en cómo administrar un restaurante.

3-. No definir un organigrama claro de la empresa de restauración. Y en estos casos existen las dudas ¿pero quién manda aquí?, no existe una clara descripción de los diferentes puestos de trabajo ¿quién hace qué, cómo y cuándo?

4-. No tener claro un sistema de compras y la importancia del almacenamiento de los alimentos.

5-. No tener diseñado un proceso de inventarios sorpresa.

6-. No seguir ningún tipo de estándares de calidad de servicio, atención al cliente/amigo, cultura de la fidelización de los mismos. No saber porque nuestros clientes/amigos vuelven al bar o restaurante. Tener claro que la atención al cliente es tan importante como la propia gastronomia

7-. No entender que la formación en un restaurante sólo trae beneficios. Y la misma es un motor de motivación del personal que le hace implicarse más en la gestión de la empresa y de sus resultados.

8-. No  aplicar el coaching para dirigir equipos de trabajo, es decir, no liderar, que es diferente de ser jefe, yo a esto último le llamo jefar, no liderar.

9-. Ser conscientes de las nuevas necesidades de los clientes/amigos como la atención a las alergias e intolerancias alimentarias.

10-. No utilizar las nuevas tecnologías para la gestión de los restaurantes.

11-. No utilizar las nuevas herramientas de comunicación como son las redes sociales.

12-. No practicar un control sistemático de costes, e ignorar los ratios adecuados para gestionar un bar o restaurante eficiente.

13-. No disponer de fichas técnicas ni escandallos para tener claro el coste real de los platos a  ofertar, no controlar las mermas o el desperdicio de los alimentos.

 

Como primer resumen todo lo comentado para el éxito de un bar o restaurante, dada la fuerte competencia y los cambios de hábitos de la sociedad moderna,  se debe PLANIFICAR, CONSULTAR, ESTUDIAR Y DEJARSE ASESORAR ADECUADAMENTE, si queremos triunfar en nuestra empresa de restauración.

Olvidemos de una vez que un bar o restaurante lo monta cualquiera. Hace falta tanto conocimiento y experiencia como cualquier otra profesión. Hablamos de gestión de personas, de gestión de productos, negociación con bancos y proveedores, satisfacción y fidelización clientes y numerosas tareas que requieren, repito, formación y experiencia.

Alfonso García

Gerente y propietario de Casa Alfonso

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