La importancia de tener tiempo

Compartir:

Vivimos un momento delicado, de incertidumbre por todo lo que están pasando, hacia donde vamos, cuánto durará, cuáles serán sus repercusiones… Incluso cuestiones que se escapan a nuestro entendimiento, como por ejemplo cómo hemos podido llegar a esta situación sin ser capaces de preverlo.

Nos surgen preguntas del impacto económico, de si merece la pena este momento de #quedateencasa y el impacto que estamos sufriendo en el sector. De cómo volveremos a nuestras situación normal, cómo será esa vuelta, las restricciones que existirán o no y mil dudas que surgen en nuestra mente.

Estamos viviendo momentos en que tienes una firma de un proyecto y el banco te dice que no te da la fianza legal ya que no es momento para hacer nada. ¿Quiénes son ellos para decirte lo que debes o no? ¿Por qué debemos parar absolutamente todo? ¿Debemos encerrarnos y aislarnos hasta de nosotros mismos?

Realmente no, no debemos encerrarnos en una burbuja ni cerrar los ojos. Debemos seguir haciendo y aprovechando el momento. Siempre íbamos corriendo y nunca teníamos tiempo para estudiar, para los nuevos planes que se tenían, pensar en cómo hacer la reforma planeada, esa limpieza que íbamos a hacer, los escandallos que debías repasar, los números pendientes, las negociaciones con proveedores, los asuntos que no corrían prisa, tenemos ahora el tiempo que siempre decíamos nos faltaba. El hándicap, los ingresos, pero también nos servirá para organizarnos y hacer economías, previsiones y optimizaciones que antes no había momento de realizar.

Es buen momento para estudiar, analizar, comprender y pensar en los siguientes pasos. Valorar lo que merece o no la pena. Pensar en la evolución del negocio, horarios, ventas, que necesitamos, que valora el cliente, que podemos aportar.

Es buen momento para darle la vuelta al negocio. Hoteles prestando sus camas a Hospitales para complementar las necesidades. Cocinas centrales manejando un servicio a domicilio nunca antes pensado. Empresas de decoración hostelería reconvertidas en fábrica de material de urgencia necesario hospitalario… un sinfín de ideas para aprovechar el momento y adaptarse a las circunstancias.

La clave es el tiempo. Tanto para bien como para mal. Para bien ya que podemos aprovechar para poner al día todo lo pendiente, para seleccionar, aprender, regularizar y poner en orden. Para mal ya que durante ese tiempo nuestra economía se verá afectada y con la incertidumbre de cuánto tiempo vamos a estar así.

Si bien es cierto que habrá que pensar que cuando esto vuelva a la “normalidad” vamos a apreciar todos mucho más las cosas que antes a veces ya apenas valorábamos.

Mucho ánimo y no parar, queda mucho camino que hacer, muchos proyectos que desarrollar y tiempo que aprovechar.

Compartir: