Autor: @SoyCamarero (Jesús Soriano) Twitter, Instagram, Facebook

Hoy hoy traigo un par de casos virales que he publicado estos días atrás:

La primera de la que os quiero hablar es sobre la empatía de algunos clientes en este sector. Silvia, una camarera que trabaja en una cantina militar y harta de la poca empatía de algunos clientes, decidió enviarme un vídeo donde expresa su malestar, ya que a poco tiempo de terminar su turno, entraron unos 60 clientes a consumir, sabedores del horario del cierre y sin que les importe en absoluto que la camarera deba quedarse a servirles y a retrasar su hora de terminar su jornada, impidiendo así también, el poder compatibilizar si vida laboral con su vida social, ya que como dice en el vídeo, también tenemos una vida fuera y problemas que solucionar.

A este asunto le corresponde mucha parte de culpa al jefe, ya que debería haber respetado el horario de su empleada, pero no está de más recordar a los clientes que deben tener respeto y empatía hacia el trabajo de los demás y respetar los horarios, como si lo hacen por ejemplo en los bancos y demás sectores.

Lectura recomendada: Las 5 cosas que más molestan a los camareros

Por otra parte, recibí una reseña donde criticaban el establecimiento por no servirles una paella rápidamente. Hay que destacar que se molestaron porque según ellos dijeron que tardarían dos horas, fruto de su enfado, ya que en realidad se les dijo que la paella tardaría unos 45 minutos ya que la hacen desde 0 y ni siquiera tenían nada reservado.

Una vez más, las reseñas dejan de tener veracidad y dejan de ser útiles para lo que fueran creadas, un cubo donde algunos clientes sin respeto escupen su bilis sin importarles quien tiene la razón y desprestigiando y haciendo daño a una empresa, sin ser conscientes, o eso espero, de el daño que pueden causar tanto a la empresa como a sus trabajadores, ya que todos ellos comen de ella.

Lo digo siempre, al bar o restaurante hay tres cosas que siempre se deben llevar: empatía, paciencia y cartera.

Aprendamos a ser buenos clientes, todos ganamos.

¡Nos vemos en la barra!