Febrero ya va bien avanzado y es el momento de ponernos manos a la obra para mejorar los resultados de vuestro restaurante. El cambio de año es un punto de inflexión en nuestra forma de hacer las cosas. Cierto que es simplemente una división temporal “creada” por nosotros, ya que lo que el 31 de diciembre funcionaba de una manera no va a cambiar el 1 de enero simplemente porque hayamos saltado de año. Sin embargo, desde el punto de vista psicológico el cambio de año sí que nos ayuda a marcarnos nuevas metas y objetivos, supone una inyección de motivación que haremos bien en aprovechar. De esto va esta hoja de ruta que hoy te propongo. Como pasos previos, enfócate en revisar tu restaurante tal y como es hoy y hazlo con ojo crítico.

Empieza a medir, averigua las tendencias (si todavía no lo has hecho), aplica la información obtenida en tus decisiones. 2017 es el año para que inviertas en formación y en optimización del restaurante, en marketing. El año de que empieces a estar al día de lo nuevo en todos los aspectos, de que recompenses a tu personal cuando lo merezca, el año de ser capaz de trabajar sobre y no en tu restaurante y el de tomarte tiempo para ver, experimentar, salir. En 2017 vamos a aprender a delegar, a reforzar los liderazgos. Vamos a enfocar todo el negocio al cliente (para lo que habrás de conocerlo muy bien) y a gestionar nuestra reputación online. Y todo esto solo podemos hacerlo si tenemos un plan. Una hoja de ruta. Eso es lo que hoy os propongo. Vamos a ver cómo se hace y cómo se rellena para sacarle el máximo partido.

Fase 1 – Estudia bien lo que vas a hacer.

Lo primero es determinar en qué necesita mejorar tu negocio para que los resultados mejoren. Para saberlo, diseña el plan de cambio o mejora que quieres implementar en tu restaurante a todos los niveles, desde la carta hasta la gestión del personal o los procedimientos de servicio. Luego, comprueba que todo lo que deseas hacer encaja perfectamente en tu propuesta de restaurante, en tu presupuesto y entre tu clientela.

Fase 2 – Haz LA LISTA.

Todo cambio, todo nuevo proyecto, tiene ventajas e inconvenientes. Estudia los pros y contras, de forma realista, de todos y cada uno de los cambios que quieras llevar a cabo. Apúntalos en una lista, para tenerlos claros. Apunta incluso tu propia reticencia al cambio, si la tienes. De este modo sabrás a qué te enfrentas y cómo resolverlo. Además, te servirá para descubrir las implicaciones y modificaciones colaterales que conllevarán tus cambios originales.

Fase 3 – PRIORIZA y toma decisiones.

A la vista de toda la documentación que has recopilado, PRIORIZA los cambios a poner en marcha, elige los tres primeros y decide qué modificaciones llevarás a cabo. Destina recursos para ellas. Decide cuándo y cómo harás los cambios necesarios para mejorar tus resultados. La toma de decisiones es fundamental para que las mejoras lleguen.

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Fase 4 – Establece un calendario.

La única forma de que las acciones que dices que vas a poner en marcha lleguen a materializarse de verdad, es ponerlas negro sobre blanco en calendario. Elabora un calendario del cambio, comunica las instrucciones pertinentes a tu personal y a todas las personas que participen del cambio, y ponte manos a la obra.

Fase 5 – Medición de resultados.

Como en todo en un negocio (también en un negocio de restauración), la única manera de saber si el cambio está funcionando es medir los resultados. No te olvides de hacerlo. Si los cambios resultan positivos, mantén esta metodología para sucesivos cambios similares. Si no, corrige errores y desviaciones y sigue adelante. Planifica tus acciones de cambio y mejora tus resultados.

Ponte en marcha para mejorar tu restaurante desde hoy mismo, no busques más razones (excusas) para dejarlo para más adelante.