Higiene para retener clientes

De los comentarios negativos son los relativos a su higiene o limpieza los que más daño hacen a un restaurante o a un hotel. La imagen que ofrecen estos lugares es clave para que el cliente muestre confianza por el sitio o más bien cause el efecto contrario.
Si alguien comenta a su círculo de amistades o en una red social algo parecido a esto “no estaba mal, lo único que no me gustó es que no estaba limpio”, el daño ya está hecho y poco se podrá hacer para cambiar la opinión de este cliente insatisfecho. El autor del comentario le ha querido quitar hierro al asunto…, pero con la higiene hemos topado, algo que es esencial para muchos de los usuarios de hoteles y restaurantes.
Cuidar al máximo la higiene de un local y de forma muy especial sus aseos parece una cuestión de sentido común que en demasiadas ocasiones no se cumple. La higiene de los servicios y del local es un detalle… MUY IMPORTANTE ya que esa falta de limpieza pueda extrapolarse mentalmente a lugares como la cocina. La higiene de un local es indispensable.
La falta de limpieza expulsa a algunos clientes de forma definitiva del lugar como al igual que la pulcritud se muestra como un medio de fidelización entre el cliente y el hotel o restaurante.
Desde BdI te sugerimos que dediques esfuerzo y cariño a la higiene de tu local y que, además, pienses en detalles que pueden ayudar a tus clientes a cuidar su imagen.
Piensa en los clientes que acuden a tu restaurante al mediodía o por la noche. Muchos de ellos seguirán trabajando o relacionándose con otras personas. Es inevitable que si han bebido algo de alcohol o si la comida que han tomado llevaba algo de ajo les provoque efectos secundarios que posteriormente sufrirán sus compañeros de trabajo.
Te proponemos que les eches una mano para que los efectos no condicionen la elección de lo que coman y ellos se sientan más seguros. Sabrán agradecértelo.
Es una idea que hemos visto en el restaurante El Olvido (del grupo La Misión) y que hay en otros restaurantes y hoteles. Una botella de enjuage bucal con un sabor fuerte y unos vasos de plástico.
Tan sencillo, tan barato, tan útil. La cosa es bien sencilla; siempre hay que ponerse en el lugar del cliente.