Finger food o la tendencia gastronómica de cocinar en pequeñas dosis 

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Adrián Fernández / Madrid 

Comida que se come con los dedos de una forma práctica y gourmet. Así se define el Finger food. Se trata de un nueva tendencia gastronómica que mezcla lo informal, práctico y divertido en tan sólo bocado. La clave de este nuevo concepto gastronómico vanguardista está en comer pequeñas porciones de un producto determinado pero sólo con las manos. Sin tenedor, ni cuchillo, ni cuchara ni cualquier otro elemento de la vajilla. 

Y seguro que estarás pensando que entonces se trata de una tapa, pero no. La filosofía del finger food va mucho más allá, ya que no persigue cocinar sencillos y simples canapés. Busca que los platos llamen la atención al cliente con texturas crujientes, formas variadas o sabores impactantes. 

Finger food: grandes comidas en pequeñas dosis 

El Finger food nace con la idea de poder consumir los productos de una manera más fácil, sin exquisiteces y de forma más práctica que si el cliente estuviese sentado alrededor de una mesa. Es una cocina con muchos menos formalismos y más directa y creativa. 

Precisamente muchas empresas de catering o de delivery ya apuestan por el finger food. Al tratarse de un formato de cocina más sencilla que otras, es ideal para reuniones sociales como bodas, cócteles, cumpleaños o eventos donde existe un ambiente más relajado y distendido o donde los invitados se encuentran de pie. 

Consejos para triunfar con tu menú Finger food 

Existen miles de maneras de presentar este menú. Una de las más utilizadas es la modalidad buffet donde los comensales escojan el producto que más le llame la atención. Al haber tanta variedad de platos cada receta debe ser elaborada con esmero para que sea atractiva para todos los sentidos. 

En estos casos, la presentación es clave. Hay ciertos elementos que también hay que tener en cuenta más allá del propio producto, como los recipientes que se usarán (palillos, cucharas, cazuelas, pequeños boles…), en que lugar se colocarán las recetas, las servilletas que se usarán o la decoración que acompañará a los platos. Recuerda que la idea es que los recipientes que se usen sean adecuados para cada receta siendo lo más cómodos posibles  y prácticos para el cliente.

Si tu idea es presentar el finger food de forma buffet, es recomendable establecer un orden. Comienza con unos entrantes ligeros, como puede ser una crema o ensalada, continua con platos más consistentes, que contengan carne o pescado por ejemplo, y acaba con algún postre delicioso como puede ser algún dulce casero o una brocheta de frutas. 

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