¿Es consciente el cliente de lo que cuesta despertarse cada mañana?

Carlos Fdez. Zarapico | Propietario de Lalita Café (Sevilla)
El otro día revisando redes tope con varias publicaciones en relación a lo poco que se arriesga en la hostelería y es una de las conversaciones recurrentes,…¿aquí somos poco de innovar?
Es corriente escuchar que alguien va a montar algo parecido a lo del vecino porque funciona bien y está siempre lleno, pero si nos vamos a la base vemos que en España equivocarse cuesta mucho, dinero y salud mental. Y no todo el mundo puede permitírselo y es por ello que mucha gente juega a lo seguro y acaba estrellándose.
Para hablar con papeles voy a poner una situación real, con números y plazos reales.
Voy a contaros la realidad de mi primer negocio, del trato y lo que costó conseguir una licencia.
Una situación real
Lo primero que hicimos mi socia y yo fue desarrollar un proyecto, planes de desarrollo, impacto, previsión de liquidez, análisis de competencia,… al llegar al banco, por aquel entonces solo había publicidad de créditos ICO donde se podía leer con letras grandes “Hazte emprendedor”. Con toda nuestra ilusión vamos al banco donde mi padre había puesto los ahorros de toda su vida y hablamos con el director y le presentamos el proyecto, el cual ni abre y nos dice “papeles, necesito papeles,…¿quien os va a avalar?”. La primera en la frente, habíamos sido víctimas de la publicidad engañosa, tras enrolar a mis padres en junio de 2011 constituimos la sociedad y llevé a mis padres al banco para conseguir financiación.
Conseguimos ahorrar 18.000€ y obtenemos un crédito ICO por valor de 18.000€, en total la friolera de 36.000€. Había escrito una parrafada de demasiadas palabras, de las cuales la mitad eran insultos dirigidos a varios miembros administrativos del Ayuntamiento de Dos Hermanas pero he decidido eliminarlo y tratar de resumirlo lo mejor posible.
En el Ayuntamiento no nos conceden audiencia si no tenemos local alquilado y con los planos, pero lo que preguntamos era que si el local que queríamos alquilar cumplía las características de su normativa municipal. Pero ese no era su problema, que debíamos alquilar un local, jugárnosla y lo llevásemos a trámite. El resto es que teníamos 36.000€ para pagar una obra, comprar maquinaria, los meses corrientes hasta abrir, llenar la despensa y un pequeño colchón hasta hacer caja y clientela.
Nos dieron dos meses de fianza, la obra se hizo en cinco semanas, las licencias tardaron 10 meses en concedernos y los contratos de suministros 3 semanas a partir de obtener una licencia, en resumen, el dinero inicial lo pulimos en verano y a partir de ahí nos mantuvimos con apoyo familiar y proveedores que nos daban plazos más largos y confiaban en nuestro proyecto, es decir durante unos 5 meses dependíamos de la caridad de nuestra familia.
Hay que valorar que las licencias las conseguimos mediante mucha presión e ir al ayuntamiento ha preguntar la situación de nuestro expediente, era una tortura. Entonces te encuentras en la siguiente situación, sin un duro, el banco no deja de llamar para ver como va lo del dinero y careces de cualquier apoyo administrativo.
Fuimos a las asociaciones de hosteleros locales, subvencionadas, a la cámara de comercio y ahí nadie podía hacer nada. Discusiones en casa porque estás literalmente sin hacer nada, no puedes trabajar porque en principio de un día a otro empiezas a funcionar.
¿Tenemos un entorno propicio para arriesgar?
Tras acompañarme en esta triste historia, siendo ésta la tónica habitual que he compartido con compañeros de Madrid, Barcelona o Málaga,…¿tenemos un entorno propicio para arriesgar? No tenemos ni la cultura, ni la capacidad de ahorro y las consecuencias de endeudarte te persiguen a ti y a tu familia. Todo ello lleva a enfocarte en lo que tienes que asegurar y salvar los muebles y una vez establecido veremos a ver qué pasa. Todos hemos leído las historias de los comienzos de Dabiz Muñoz, Andoni Aduriz o cualquier compañero no mediático y no conozco ni un sólo comienzo sencillo.
Entonces, en mi Instagram personal realicé la siguiente encuesta:
“¿Pensáis que en España somos innovadores a niveles generales?”
En general la respuesta ha sido que NO de 80%, frente al SÍ de 17% y N/S de 3%.
La sangría empresarial en España es para los autónomos y las pequeñas empresas, no hay que irse a google y buscar la actualidad empresarial y agarrarse fuerte al asiento para no caerse.
¿Podríamos decir que en España sólo puede arriesgar el que tiene capacidad económica?
Conclusión: la gente estudia una carrera que no le gusta, para estudiar una oposición que no le llena, pero tu dices que el bar de debajo de tu casa arriesga poco. Abrir la persiana cada mañana es mucho más arriesgado de lo que crees.
Me pregunto, ¿es consciente el cliente de lo que cuesta despertarse cada mañana?