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C. Estévez | Barcelona

El Colegio de Críticos de Asturias entregaba recientemente en Oviedo sus premios anuales que, como en cada edición, reconocen la labor de un restaurante clásico, un restaurante innovador, un restaurante heterodoxo y  una sidrería. Estos galardones reúnen cada año a centenares de hosteleros asturianos y en su nómina de premiados están algunos de los restaurantes, sidrerías, dulcerías y empresas agroalimentarias más importantes del Principado. En esta undécima edición, el galardón a la mejor sidrería se lo llevó El Mirador, una sidrería de Arriondas que fue alabada por su conocimiento y difusión de la sidra y su respeto a las tradiciones. Por su parte, el galardón al restaurante más innovador fue para Regueiro, un establecimiento ubicado en Tox (Villapedre, Navia), del joven cocinero Diego Fernández, premiado recientemente por elaborar la mejor croqueta de España. Regueiro ofrece a sus comensales una cocina de vanguardia respetando los productos tradicionales de la región.

En la categoría de restaurante heterodoxo, el premio este año recayó en Casa Belarmino, situado en Manzaneda (Gozón), un establecimiento que es a la vez casa de comidas, estanco, bar, tienda y hotel a la vez. Un ejemplo de cómo sus propietarios han sabido adaptarse a la demanda y sortear la crisis ofreciendo varias líneas de negocio en el mismo establecimiento. Asimismo, el premio al restaurante clásico fue para el emblemático Casa Consuelo, en Otur (Valdés), un local muy reconocido en la Comunidad por su cuidada gastronomía y completa bodega.

En el acto de entrega de estos galardones se realizó además un sentido homenaje para el propietario y jefe de sala Miguel Loya, del Restaurante Balneario de Salinas, recientemente fallecido y muy querido en el sector. El Colegio de Críticos Gastronómicos, está formado por cinco especialistas en la cocina asturiana: Luis M. Alonso, Eduardo Méndez Riestra, Luis Bada, Iván de la Plata y Eufrasio Sánchez.