El cliente pone el precio ¿Te atreves?

2046
0
Compartir:

%home%

%banner%

C. Estévez

Restaurantes de Estados Unidos fueron los pioneros en utilizar este nuevo concepto de consumo que pronto fue seguido por más establecimientos en ciudades como Londres o Berlín.
Los españoles, según Eurostat, somos los europeos que más salimos a comer fuera, lo que nos supone de media un 15% de nuestro gasto doméstico. De ahí que el sector esté en permanente búsqueda de originales tendencias con las que atraer a nuevos clientes con propuestas innovadoras. La fórmula “Ponga usted el precio” tiene sus riesgos pero si ofrecemos una gastronomía de calidad y un buen servicio puede ser una singular opción para una promoción puntual de nuestro negocio, una época determinada del año o una franja horaria en la que especialmente queramos ver nuestro local lleno. En nuestro país aún no son muchos los restaurantes que utilizan esta fórmula, sin embargo si estás pensando que puede ser un buen revulsivo para tus clientes pero no te atreves a lanzarte puede servirte de inspiración el ejemplo del Restaurante Samarkanda.

Ubicado en el jardín tropical de la estación de Atocha, punto de encuentro para los viajeros de AVE, esta situación privilegiada lo convierte en un restaurante ideal tanto para comidas y cenas de negocios como de ocio. Ahora este establecimiento madrileño ha lanzado una campaña por tiempo limitado en la que el cliente pone el precio. Durante el mes de abril, y en exclusiva para las 50 primeras reservas que se formalicen a través de su página web o mediante los portales de reserva ElTenedorRestaloClubkviar, indicando la adhesión a la Promoción «ponle precio”, el cliente solo pagará lo que quiera por su menú. De esta forma desde Samarkanda desean premiar la fidelidad y básicamente que el cliente se sienta satisfecho con lo que ha consumido y por supuesto, con lo que ha pagado por ello. La promoción, válida de martes a jueves por las noches, incluye un primer plato, un segundo y uno de sus deliciosos postres, con exclusión de lo que el cliente decida beber.

Los clientes una vez en el restaurante es cuando señalan lo que quieren pagar por la cena, mencionando el importe a pagar sobre la carta de platos sin precios. Una vez que hayan indicado el precio, el restaurante les informa de los precios reales de su elección.
¿Qué os parece la idea? ¿La aplicaríais en vuestros negocios?

Compartir: