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Gina Gulberti| Barcelona

28 junio 2012

A oscuras. Así se cena en Dans le Noir, el archiconocido restaurante de Barcelona cuyo lema es “¡Vive una experiencia humana y sensorial!”. Discernir entre lo que es un vino blanco o tinto o intuir la presencia de tu compañero de mesa nunca fue tan difícil como en este local. Su propósito es sobre todo social, ya que gran parte de su personal es invidente, y el objetivo es trasladar al comensal a ese mundo desconocido del que muchas veces no somos conscientes.

Su oferta única en España es motivo de éxito, no hace falta más. Junto a su marido, Maïté Sutto regenta este local ubicado en el Paseo Picasso de Barcelona.

Maïtte, ¿Cómo comienza esta experiencia en Dans le Noir?

Cuando el cliente llega, le explicamos primero en qué consiste la experiencia. No hay cartas ni menús, los comensales se sientan sin saber qué van a degustar ni que van a beber. Una vez en la mesa el nerviosismo es evidente porque nadie se acostumbra fácilmente a desarrollar una actividad tan rutinaria como la de comer, en la absoluta oscuridad.

¿Cuál es la reacción de los clientes cuando entran y cuando salen de esta comida tan diferente?

Al principio están muy tensos porque en la mayoría de los casos no saben qué van a encontrar. Sin embargo, una vez salen a la luz y descubren quiénes les han atendido y conocen lo que han comido, la sensación es única. Se trata de eliminar todo tipo de prejuicios y con esta experiencia es lo que conseguimos.

¿Cuál es el objetivo?

El propósito es sobre todo de concienciación. Gran parte de nuestro personal es invidente y eso no les impide desarrollar con total normalidad un trabajo y hacerlo con gran eficiencia. Sin embargo, vivimos en una sociedad que muchas veces tiende a desplazar a este colectivo por un mero prejuicio y desconocimiento. Dans le Noir es un viaje por la oscuridad, una oportunidad para conocer desde dentro las sensaciones que prescindir de uno de nuestros sentidos más básicos, genera. Es una experiencia humana.

Abristeis en Barcelona hace dos años y medio, y el impacto mediático que habéis tenido desde entonces es enorme…

Para nosotros es gratificante porque supone que nos conozcan más, pero crear un restaurante con este concepto no es una mera estrategia de marketing. Todos los que trabajamos en el equipo amamos lo que hacemos y lo hacemos con la mayor vocación. Estamos muy seguros de nuestra propuesta y la asumimos como un reto social más que como un negocio. La pasión por lo que haces es la mejor estrategia de marketing.