¿Cómo llevar tu restaurante al top ten de TripAdvisor?

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Redacción | Madrid

El restaurante Eiffel, ubicado en el madrileño barrio de Aluche, ha conseguido mantenerse durante dos años entre los 10 primeros restaurantes de Madrid en la plataforma TripAdvisor, en la que hoy hay más de 10.000 negocios. Es el único en estas posiciones alejado del centro de la ciudad. Hoy recibe a cientos de turistas llegados desde India, Rusia, China y otros países. La cocina no cierra en todo el día para adaptarse a las costumbres culinarias de todas las culturas.

La locura llegó al restaurante cuando hace unos años Miguel, su propietario, se inscribió a un curso de marketing digital y descubrió la plataforma. Entonces empezó a mimar cada respuesta de los consumidores. Inicialmente, antes de reclamar el perfil, sólo tenía dos comentarios. En 2014 tomó las riendas de esta red social y comenzó a escalar posiciones. “Llegar a los primeros puestos no fue fácil, pero creo que lo más meritorio es mantenerse ahí durante dos años. En Madrid tenemos restaurantes y chefs muy conocidos y nosotros al final competimos con ellos”, nos explica Miguel Eiffel.

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Las consecuencias que está teniendo para el restaurante son desbordantes. “Llegaron como un 30 por ciento más de clientes que no esperábamos. Hace más de un año recordamos en Facebook a nuestro clientes que existían otros bares”. Tuvieron que aumentar la plantilla y adaptarse para estar a la altura de las expectativas de los clientes. Modificaron la carta. En una hoja incluyeron los clásicos, aquellos platos que triunfan desde siempre. “Son los platos que encuentras en cualquier bar de barrio”. En otra página de la carta incluyen platos más elaborados, de escuela de hostelería.

“Nos ha obligado a evolucionar y a hacer las cosas bien. Tenemos que hacer reformas en el local, pero no podemos cerrarlo y tampoco tenemos recursos económicos ilimitados”, reconoce Miguel, que ya tiene previstos nuevos cambios en el local.

Más de 50 años de cercanía.

El primer restaurante Eiffel, fundado por el padre de Miguel, se encontraba en los años 60 en Leganés. En 1972 llegó al barrio de Aluche.“50 años prácticamente en el barrio ya sabemos lo que quiere cada cliente. Y cuando llega alguien a quien no conocemos intentamos tener una posición cercana sin llegar a la pedantería”, afirma Miguel.

Carmen y Mayte, madre y hermana de Miguel, se entregan cada día en los fogones del restaurante Eiffel, un caso paradigmático de un buen trabajo con buenos resultados. Con un menú diario de 10 euros y uno degustación por 21 euros han conseguido conquistar tanto a los vecinos como a los turistas.

Lectura recomendada: La historia de ‘In Galera’, el primer restaurante en una cárcel. 

En TripAdvisor se encuentran diariamente comentarios tanto positivos como negativos. “Hay gente que no se explica cómo un bar de barrio puede estar entre los 10 primeros de TripAdvisor y también tenemos comensales que nos dicen que es el lugar en el que mejor han comido de Europa”, explica el propietario del restaurante.

“Cuando ahora busco referencias sobre el restaurante en Google encuentro comentarios en todos los idiomas”. Miguel Eiffel reconoce que aun le sorprende esta acogida internacional. “Todos los comentarios de los turistas son cinco estrellas. Para algunos es como una excursión al Bronx y el lugar en el que conocen a los españoles de verdad”

Conquistan con magia.

Literalmente. Restaurante Eiffel ha conquistado a sus vecinos con espectáculos de magia, musicales, fiestas, promociones. Las actividades que organizan son las que consiguen sacar a los vecinos de casa. “La gente sale a buscar experiencias. Cualquier cosa que hagas y que inicite a visitarte podrá atraerte público nuevo”.

Cuidado con las intolerancias

Otra de las características que ha hecho triunfar al restaurante Eiffel es su especial cuidado con los alérgenos en su carta. Hoy, el 90 por ciento de la carta evita componentes como el gluten. Todo comenzó hace ya años, cuando en la mayoría de negocios no se conocía lo que era la contaminación cruzada. “Tengo un amigo celiaco y viajé con él a China. Ahí descubrí las dificultades que suponía para una persona con ciertas intolerancias comer en cualquier restaurante. Hoy se ha popularizado entre los restaurantes, pero entonces tomarse unos calamares a la romana para un celiaco era muy complicado”.

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