Tres puntos clave para seducir a tu cliente en el Buffet

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Seducir, fascinar, sorprender. Palabras bonitas que dicen mucho en poco espacio.

¿Qué haces cuando quieres conocer mejor a otra persona, ligar con ella?

Este símil que utilizo hoy en este artículo me gusta. Seducir al cliente como si de ligar se tratara. Tanto en el amor como en el Buffet de Hotel, ser guapo tiene “ventajas competitivas”, aunque no “liga” quien más guapo es, sino quien mejor utiliza el arte de la seducción.

Estos 3 puntos que te detallo a continuación, siguiendo con el símil del ligoteo, te ayudarán muchísimo en el camino a tu objetivo.

SONRÍE

Sonreír te relaja y, relaja al cliente. Sonreír te predispone a ser amigable y le predispone a ser amigable. Sonreír es gratis, es la base de cualquier negocio. No te estoy contando nada nuevo. Lo importante no es saberlo, es hacerlo.

Cuando sonríes al cliente, le estás diciendo que estas con él, que “te interesa”. Y a él,  esto le gusta. Le predispone a ser positivo.

¿Cómo lo hago?

 

Recuérdate a cada momento que tienes que sonreír, a tu equipo también. Puedes hacerlo mediante una alarma en el móvil, mediante tarjetas recordatorias colgadas en puntos estratégicos, diciéndolo muy, muy a menudo. También recuerda que gracias a quien estás atendiendo, el cliente, estás donde estás. Sé agradecido.

TRABAJA TU ATRACTIVO

Más que ser atractivo (que también) tu Buffet tiene que ser carismático. Tener “algo” que llame la atención, que fascine, que atraiga miradas, que sorprenda constantemente.

En este punto entra en juego “como te aseas”, “como te vistes” y sobre todo “como te vas manteniendo a medida que pasan las horas”. Tienes que ser carismático, atractivo durante todo el «ligoteo», no solo al principio.

¿Qué hago para ser atractivo?

Ponte al día en escaparatismo, en visual merchandising, en decoración de interiores. Estas son las disciplinas que necesitas para darle el “toque” visual al Buffet de tu Hotel. Olvídate de piñas, sandias, etc. Busca diseño y modernidad.

Trabaja el lenguaje no verbal, el lenguaje gestual y corporal.

Dile palabras bonitas.

Dale un punto divertido al Buffet. La diversión nos gusta a todos y nos hace mejores personas, a tu cliente también.

ESCUCHA

 

No hables demasiado, es mucho mejor si escuchas.

No es lo que te gusta a ti, sino lo que le gusta al cliente lo que vale. No te queda otra que escucharlo para saber qué quiere y como lo quiere.

¿Cómo lo pongo en práctica?

Las encuestas periódicas de satisfacción te dirán muchas cosas. Ahí el cliente comenta lo que le han parecido tus servicios.

Aunque la más eficaz forma de escuchar es hablar con él. Sal al restaurante y relaciónate con el cliente, pídele, escúchale y hazle caso, sobre todo, hazle caso.

Después de aplicar estás sencillas y eficaces técnicas seductoras, no puedes fallar en lo que es el alma del Buffet de Hotel, como en cualquier establecimiento de restauración, la comida.

Esta tiene que ser sabrosa, sincera, honesta, elaborada con muy buen humor.

Y, por favor, no te olvides de sorprender a tu cliente y apasionarlo diariamente en todos los servicios que le ofrezcas. Así, conseguirás que tenga verdaderas ansias de volver a verte.

Pasión por el Buffet de Hotel

Josep Moré

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