7 claves para el éxito al mando de un equipo

¡Hola amigos! ¿Cómo van esos propósitos 2019? Ya a punto de salir de la famosa “cuesta de enero” y con pilas renovadas para abordar el que seguro será nuestro año, vamos a revisar ciertos conceptos que nos vienen bien tanto a los que estamos al frente de los equipos, como a los que los conforman.
Las palabras son poderosas, y si afectan a la forma de motivar y liderar un grupo de personas, lo son aún más. Vamos entonces con 7 claves para el éxito al mando de un equipo:
1-Trabaja en ti mismo: tienes que saber quién eres y actuar en consecuencia, pero también debes tener la mente abierta. Con el paso del tiempo, descubrirás que cuanto más hables desde el corazón, más trabajadores te escucharán y se beneficiarán de lo que has aprendido antes. Pero siempre manteniendo esa flexibilidad y apertura que te permite darte cuenta de que no lo sabes todo, y que hay mucho que puedes aprender de ellos.
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2-El ego bajo control: cuanto más intentas ejercer el poder directamente, menos poderoso eres. Hemos de aprender a suavizar el ego y a distribuir el poder lo más extensamente posible, por supuesto sin renunciar a la autoridad. Así tus colaboradores se sentirán capaces de tomar decisiones lateralmente. Por paradójico que parezca, ese enfoque fortalecerá tu efectividad porque te libera y te permite centrarte en tu verdadero rol: cuidador de la visión de equipo.
“Normalmente a los líderes no les gusta perder, pero obsesionarse con ganar resulta contraproducente, especialmente si te lleva a dejar de controlar las emociones”.
(Phill Jackson)
3-Cada trabajador tiene que descubrir su propio valor: algo que he aprendido en mis años de maître es: no imponer tu voluntad a los demás. Si quieres que se comporten de otra manera, tienes que ser la inspiración para que cambien por sí mismos. Así serán capaces de tomar decisiones difíciles. Hay que ver a cada trabajador como una persona, no como una pieza de una máquina. Esto significa que tienes que empujar al trabajador a descubrir sus cualidades, que visualice lo que podría llegar a hacer con sus talentos. He trabajado con muchos camareros que al principio no parecían especiales sobre el terreno de la sala, pero el proceso de crear un rol para ellos les hizo crecer y brillar como nadie habría sospechado.
4-One breath = one mind: muchas veces como individuos y como equipo, nos veremos en la necesidad de tomar decisiones bajo presión. Pero si antes de empezar la jornada de trabajo, sientas a tu brigada en silencio, respirando juntos y sincronizados, esto ayuda a ponerlos a todos en un nivel que es más efectivo que las palabras. Una sola respiración = una sola mente. Si impones demasiadas restricciones, los chicos pasarán de colaborar a tratar de escapar de ese sistema. Como seres humanos que somos, necesitamos cierto grado de estructura y orden en nuestras vidas, pero también suficiente amplitud como para expresarnos creativamente.
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5- La compasión como clave del éxito: ‘compasión’ no es una palabra muy de moda. Pero algunas palabras bien pensadas pueden tener un gran efecto y ser capaces de cambiar las relaciones, incluso con los perfiles más duros. La compasión rompe las barreras entre las personas, te hace darte cuenta de que tienes que conocer mejor a tus compañeros. Tienes que entender qué es lo que les motiva, para poder trabajar y ser productivos. Convertirte en un líder compasivo te ayudará a transformar a tu equipo en uno brillante.
“Liderar es crear un fluido en el que los demás se encuentren cómodos”
(Luis Treviño)
6- Fíjate más en el espíritu que en los resultados: cuando un trabajador no está tratando de imponer su personalidad en el equipo, sus dotes se manifiestan más plenamente. Cuando una persona está expresándose libremente dentro de sus habilidades naturales, es mejor para el equipo, trasciende sus propias limitaciones y ayuda a trascenderlas a los que le rodean. Cuando esto sucede, el conjunto empieza a sumar más que la suma de sus partes=sinergia.
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7- Sé consistente: el liderazgo no es algo que tenga que suceder, no hay nada que pueda decirte que específicamente tengas que hacer para que la gente confíe en ti, no funciona así. Es una acumulación de muchas cosas que aisladamente pueden parecer inocuas e inútiles. Pero si las haces consistentemente y las haces en combinación con otras muchas cositas aparentemente insignificantes (como darle los buenos días a alguien, mirarle a los ojos, preguntarle cómo ha ido su día y que realmente te importe), una y otra y otra y otra vez, harán que la gente diga: amo mi trabajo. No que digan: me gusta… eso es: “si, el desafío está bien, me pagan bien, me gusta la gente”. Amo significa: “no quiero trabajar en ningún otro lado, no me importa cuánto dinero me ofrezcan, yo me debo a esta gente, me importan muchísimo, como si fueran mi familia”.
“A pesar de parecer pequeño, el efecto expansivo que tienen las pequeñas cosas que los líderes hacen consistentemente, es extraordinario”.
(Tim Cotten)
Y hasta aquí unas perlitas que forman parte de un capítulo de mi último proyecto, que muy pronto estaré compartiendo con vosotros. Gracias por leerme amigos y feliz 2019 para todos.
Xavi Iglesias
La sala la hacemos todos y todos hacemos de cliente